Es una obviedad asegurar que la saga
Pro Evolution Soccer no ha contado con un rumbo claro en la actual generación. Después de que saliera al mercado
PES 6 como uno de los títulos de fútbol más completos de la anterior etapa tecnológica, la duda invadió un proyecto que desde ese momento no se sabía muy bien hacia dónde iba a parar. Muchos echaban la culpa al reciclaje de un motor que había dado muy buenos resultados en años anteriores, pero que en esta ocasión no conseguía dar la talla antes las exigencias de un salto cualitativo de
hardware tan importante como aquel.
Por si fuera poco, la competencia por aquel entonces y durante los años venideros lograría conseguir ventaja basando su trabajo en una serie de objetivos claros que entrega tras entrega iban mejorando lo que ya era una gran base de juego. El crédito que Konami había conseguido con su paso por la anterior generación iba desapareciendo poco a poco con cada propuesta que no acababa de cumplir con las expectativas que se generaban en el grueso de los fans.
Tras años de exigencias y de peticiones, Konami aborda
Pro Evolution Soccer 2014 como el inicio de algo que debió haber empezado años atrás, pero por fin puede decirse que
la saga va por el camino adecuado para llegar algún día a ofrecer un producto de la calidad que se le presupone a un gigante futbolístico como el que tenemos entre manos. De la mano del motor
Fox Engine, desarrollado por Kojima Productions, la empresa japonesa ofrece algo mucho más completo que en años anteriores, aunque como decimos sólo se establece como el primera paso para algo mucho mayor que debería estar por llegar.
Clara evolución de las físicas y animaciones Pero antes de entrar a valorar la cantidad de modos de juego, las licencias disponibles o el correcto funcionamiento del apartado
online, lo que más destaca en cualquier juego de fútbol es el conjunto de mecanismos que lo convierten en una propuesta interactiva interesante, ya sea el objetivo final la simulación o el acceso más directo a la diversión que establece el género más arcade. En este caso comprobamos como
Pro Evolution Soccer 2014 da un paso claro a la primera opción, pero con las ideas bastante definidas.
Y es que la utilidad del motor Fox Engine se refleja sobre todo en los rasgos jugables que exhibe el título. Si bien es cierto que como primera piedra de un camino que aún queda mucho por construir muestra carencias obvias a la vista, también destapa virtudes palpables y un potencial que sólo Konami deberá explotar convenientemente para convencer a los jugadores de que su propuesta futbolística es la más interesante del actual mercado
Para ello, y haciendo uso de este motor, los objetivos por fin se aclaran y parece que se marca un rumbo fijo que deberá ser estable.
Pro Evolution Soccer 2014 apuesta claramente por un acercamiento a la simulación más que al juego arcade, algo que choca de lleno con la filosofía que siempre ha mostrado esta saga, pues su camino a la diversión se hacía a través del acceso rápido, frenético y adictivo a una esencia futbolística que se intentaba alcanzar desde dicha perspectiva.
El ejemplo más claro lo podemos observar en el ritmo de juego. La lentitud con la que los jugadores realizan ciertas acciones
invita a la estrategia y a pensar fríamente en los movimientos posteriores que haremos cuando la presión del rival empiece a asfixiarnos. Es difícil aseverar que los correcalles desaparecen en un juego de fútbol, pues es la eterna búsqueda del programador que nunca logra evitar las intenciones del usuario. En esta ocasión tampoco se esquiva dicha sensación, pero se potencia claramente la tranquilidad y el sosiego de que en el centro del campo empiece a construirse la jugada.
Esta particularidad tiene que ver directamente con las animaciones y físicas con las que cuenta el juego. Cuando el motor Fox Engine sale a la palestra para lucir la recreación de las acciones de los jugadores ante ciertas situaciones del partido, es justamente cuando se justifica todo el trabajo hecho y el rumbo asumido. Con la implementación de lo que Konami ha denominado como
Motion Animation Stability System, recrea a la perfección las capacidades físicas que posee cada uno de los jugadores, haciendo que para cada peso, altura y complexión se genere una paleta de animaciones concreta y adaptada al jugador.
Lo mismo ocurre con el manejo de la pelota y lo que se conoce como
TrueBall Tech. En combinación con la tecnología anterior, las animaciones de los jugadores serán adaptadas a la perfección al comportamiento que asuma la pelota en cada momento, ofreciendo un control sutil e intuitivo en cada ocasión. Además, los pases y tiros se verán beneficiados de toda esta mecánica que se une en la creación de una determinada forma de jugar, haciendo de todo ello algo realmente creíble y con mucho sentido.
Sin embargo, hay carencias obvias en este entramado, más dignas de los inicios de un proyecto que de algo mal hecho. Una de estas faltas jugables tiene que ver con la inteligencia artificial, que en muchas ocasiones provocará más de un desajuste en la estabilidad del juego, frustrando al jugador por errores poco habituales que no dejarán fructificar la construcción de alguna jugada. Son fallos puntuales que se descubren después de haber invertido bastantes horas de juego, con lo que se destapa a través de la curva de la experiencia de
Pro Evolution Soccer 2014 algunos errores en los puntos más críticos de la interacción del jugador.
Sin embargo, esta misma curva o el mismo pasar de las horas con su correspondiente aprendizaje, hace que el juego alcance una dimensión mayor en muchos aspectos, ofreciendo al jugador las verdaderas capacidades de interacción que esconde cuando se empiezan a saber usar todas y cada una de ellas. Ocurre así con el sistema de pase al hueco, algo tosco seguramente para los que se adentren en él por primera vez, pero que
con la acumulación de partidos se puede extraer una precisión milimétrica con los balones en profundidad a la espalda de los defensas.
Algo que, en relación con la inteligencia artificial, sí que está bien ensamblado, es justamente la posición del dibujo táctico en el campo. No en todos los juegos de fútbol la sobriedad táctica de crear un entramado de jugadores se ve representada, pues la corrección de movimientos o las simples ayudas programadas desestabilizan una primera estrategia en pos de otras variantes.
PES 2014 sí sigue la estela de los anteriores en esta condición, y permite que disfrutemos de una férrea impresión de que los jugadores saben en cada momento qué hacer. Aunque como hemos dicho antes, muchas veces se queda en impresión solamente por algunos errores algo absurdos en la programación de la inteligencia artificial.
En definitiva, la jugabilidad que exhibe
Pro Evolution Soccer 2014 por fin queda encuadrada en una planificación lógica que la enfoca a una evolución que depende única y exclusivamente de los próximos planes que tenga en Konami, pero que debe apuntar en una línea continuista y de mejora. El gran cambio ya se ha producido este año, y sólo queda esperar a que en los sucesivos se mejore lo que por fin podemos asegurar que es una buena base de juego.
De modos de juego, licencias y partidas online Pero al final, además de querer disfrutar con una base interactiva que cumpla las expectativas de todos los usuarios, se necesitan varios lienzos diferentes sobre los que exponerla. Sin lugar a dudas, los modos de juego de todo título de deportes incluyen la clave para que la renovación de las ganas de jugar sea continua, experimentando con variedad las pequeás particularidades de cada partido de fútbol en ámbitos difernetes.
Un año más, la máxima expresión de una nueva entrega de fútbol es la
Liga Máster. Después de años y años liderando la faceta
offline del juego, en esta ocasión vuelve a ponerse a la cabeza en la gestión de las diferentes vertientes que tienen que ver con todo lo que entra en comunión cuando se dirige un club. Con pocas novedades el frente,
más allá de poder manejar una selección nacional y de asistir a un modo entrenamiento que nos desvele todo lo necesario para explotar nuestro fútbol, la Liga Master trata de ser mucho más intuitiva y ágil en el aspecto temporal, algo que se agradece y que en nuestra opinión hace mucho más amena la experiencia, aunque todavía podía haber sido mejor de haberse podido saltar fases más fácilmente.
Ser un Leyenda, por otro lado, también se destapa como una opción interesante, implementando muchas de las características de años anteriores para acabar forjando nuestra propia carrera futbolística. Un modo de juego que en los títulos deportivos cada vez gana más y más fuerza, y que este año en
Pro Evolution Soccer 2014 ofrece la posibilidad de
construir una trayectoria desde la posición de portero, con todas las particularidades que ello conlleva.
Pero más allá de esto, y dejando de lado algunas competiciones licenciadas como lo puedan ser
la Champions League, la Europe League o la Copa Libertadores, la faceta
online volverá a tener importancia en el juego, aunque en sus primeros compases hemos podido comprobar una serie de problemas bastante preocupantes en la estabilidad. Y es que, aunque dedicaremos una gran cantidad de horas a exprimir la Liga Master En línea y los ya tradicionales piques con los amigos en partidos sueltos, la problemática ahora mismo reside en un lag continuo que esperamos se estabilice en las próximas semanas.
Todo esto se realiza desde unos menús que, siendo realistas, no acaban de conseguir un orden claro que se deje llevar por la intuición o la lógica. El desplazamiento por las diferentes opciones siempre es algo que contiene problemas en los juegos de deportes, algo inexplicable pero que vemos como año tras año muchos de ellos caen en el mismo error, ya sea por una lentitud manifieste en ellos o por una colocación y un orden inadecuado, como ocurre esta vez.
Y ya que hablamos de licencias refiriéndonos a algunos torneos, este año contamos con tres de la ligas más importantes de Europa con todos sus equipos, como lo con
la española, la italiana y la francesa. Sin embargo, queda descafeinada la situación una vez más al no poder contar con un mayor abanico de equipos fielmente retratados, sobre todo cuando encontramos torneos oficiales y en ellos no están las licencias de todos sus participantes. Otro problema vendría a ser la ausencia de los estadios oficiales españoles, que no han podido ser añadidos.
Mucho trabajo por hacer La sensación de que el desarrollo de
Pro Evolution Soccer 2014 se ha quedado incompleto no sólo corresponde a la apreciación jugable, sino también a diversos aspectos gráficos que delatan una falta de tiempo en la compleción de los detalles necesarios para que el juego pueda lucir al nivel esperable a estas alturas de generación. Podríamos hablar, por ejemplo, de la
ausencia de efectos climatológicos que lastran la inmersión y también eliminan variantes jugables importantes algo que hoy en día se escapa de toda lógica cuando se trata de buscar una experiencia llena de opciones que, además, son totalmente comunes y normales en el correcto desarrollo de la actividad deportiva.
Pero más allá de esto, nos encontramos que con muchos de los efectos visuales, muchas de las recreaciones de los jugadores no alcanzan el nivel que el potencial del motor puede llegar a desatar. Claroscuros continuos que chocan directamente entre sí, viendo por un lado animaciones independientes del jugador y de su ropa, caras bien modeladas, y formas de moverse extremadamente fieles, con elementos muy mal diseñados, jugadores menos cuidados o ralentizaciones en algunos enfoques de cámara que evidencian una baja de frames por segundo ocasional.
Por otro lado, habrá situaciones como la animación de la gente en las gradas y el ambiente que desaten que sí tendrán un buen acabado, sobre todo en esa inmersión a la que antes hacíamos referencia y que siempre es necesaria. De la misma forma, y recordando lo que comentábamos sobre los aspectos jugables al principio del texto, las animaciones y las físicas alcanzan la máxima expresión cuando vemos a los jugadores chocar entre ellos, saltar o la pelota moverse de todas las formas y todas las causas posibles.
Sin embargo, de lo que sí palidece
Pro Evolution Soccer 2014 es de
un apartado sonoro que no está a la altura de las circunstancias. Ni la selección musical está acorde a un título de estas características, ni los comentarios alcanzan la integración suficiente como para notarlos bien ensamblados, pese a que
contamos una vez más con dos gigantes de la narración como Carlos Martínez y el siempre bien informado Maldini. Más frases y más agilidad en la respuesta son necesarias para las próximas entregas.
Y esa última conclusión es la que se extra de
Pro Evolution Soccer 2014. Más allá de que sea un juego que por fin consigue un rumbo claro y necesario, lo mejor del juego es que
establece un punto de inflexión que puede llevar a la franquicia de nuevo a la posición destacada de la que no debió salir nunca. Una apuesta de futuro con bastante solidez inicial, pero que no se esconde al decir que lo mejor aún está por llegar.
Veredicto
[*]Por fin Konami define el rumbo de su saga de fútbol. Con la ayuda del motor Fox Engine, Pro Evolution Soccer 2014 logra dar un cambio radical a la trayectoria de la franquicia en estos últimos años, y ofrece una excelente base jugable desde la cual evolucionar el producto. Sin embargo, las carencias propias de una nueva propuesta se hacen evidentes, y aunque entendibles, no se pueden pasar por alto.