Black Ops tiene la dura tarea de superar a Modern Warfare 2. Treyarch, sin embargo, parece dispuesta a conseguirlo por todos los medios potenciando cada aspecto individual de la entrega anterior ofreciéndonos lo mismo en otro contexto: la Guerra Fría. Espectaculadidad, emoción y variedad, son algunos de los aspectos clave de esta nueva entrega de la que os ofrecemos toda la información disponible hasta la fecha.
Sin ánimo de irnos por las ramas: Treyarch lo tiene difícil. Cuando hace tres años apareció en el mercado Call of Duty Modern Warfare, nadie se esperaba que sus desarrolladores, Infinity Ward, fuesen a reinventar el concepto del shooter en consola de forma tan evidente, apelando por la actualidad, enfocando la acción desde un punto de vista cinematográfico y dejando en el recuerdo de los jugadores un puñado de grandes momentos. Un año más tarde Treyarch tomó el testigo de Infinity con World at War, que nos devolvía a la II Guerra Mundial. Sin faltar a la verdad, pues era un título notable, se quedaba muy lejos de lo conseguido en la cuarta entrega de la serie y, afortunadamente, el año siguiente (vamos, el pasado, en 2009) Infinity Ward redondeó aún más su Modern Warfare con una segunda entrega magistral. El ciclo sigue pero algo ha cambiado: Infinity Ward ya no existe, al menos no con su equipo tradicional, así que todo el peso de la franquicia, su supervivencia, depende de Treyarch y su Black Ops.
No es de extrañar la reticencia inicial de muchos jugadores ante Call of Duty: Black Ops. Treyarch es una desarrolladora que ha demostrado su capacidad a lo largo de los años, haciendo algunos de los pocos juegos decentes que han adaptado una película (Spiderman 2) y posteriormente tomando el testigo de la franquicia Call of Duty. El problema es que Modern Warfare (ambas entregas) son palabras mayores. Infinity Ward dejó el listón tan alto que una desarrolladora acostumbrada a entregar productos notables podría saber a poco. Esta reflexión es evidente y ha zumbado por las cabezas de todo el mundo desde que saltasen a la palestra los primeros rumores sobre “Call of Duty 7”, que indicaban que tendría lugar en la Guerra de Vietnam. Ahora, con Black Ops anunciado, presentado en publicaciones de papel y mostrado en un par de tráilers, a cada cual más espectacular, no queda otra: hay que rendirse a la evidencia. Y la evidencia es que Treyarch puede hacerlo; puede ponerse a la altura -o por encima, está por ver- de IW y sus Modern Warfare.
La vuelta al mundo
“Hemos tomado varios riesgos creativos... queremos hacer algo diferente con respecto a la última vez. Queremos que el juego hable por sí mismo." Estas palabras de Mark Lamia, jefe de Treyach, no hacen más que confirmar la ambición con la que el estudio está adoptando la creación de su Black Ops y que justifica en cierto modo el secretismo en torno al mismo, pues a día de hoy apenas se conocen detalles sólidos del título más allá de ciertos aspectos argumentales -muy nimios-, algo relacionado con las armas -gracias al último tráiler- o el modo multijugador. Lo que si se sabe es que hay ambición y eso siempre es de agradecer. No se trata de hacer “otro Call of Duty” sino de hacer una entrega que supere la anterior, mantener la saga en un nivel alto y no dejarla caer en el olvido de ninguna forma.
Black Ops nos pondrá bajo los mandos de varios miembros de los SOG (siglas de Studies and Operations Group -grupo de estudios y operaciones-), una rama de la CIA cuyos métodos no son precisamente tradicionales pero que, dada la condición de sus objetivos, tampoco importa demasiado. Este equipo se encargará de viajar a lo largo del mundo para verse involucrado en numerosas operaciones secretas de las que por ahora no se conoce mucha información. Lo que si se sabe es que en Black Ops, a pesar de que visitaremos Vietnam y nos enfrentaremos en varias misiones a soldados del ejército norvietnamita, esta será sólo una ínfima parte del total de la campaña. Así, tendremos que superar misiones en localizaciones como el Ártico, Cuba, Sudámérica, la citada Vietnam o Rusia, todo esto enmarcado en el contexto de la Guerra Fía, situación que tuvo lugar desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída de la Unión Soviética en 1991, cuando pasó a ser Rusia.
Treyarch aspira a crear un marco idóneo basado en las citadas localizaciones, por lo que para recrear toda esta etapa de la historia del siglo XX ha consultado a expertos en el tema y veteranos de la Guerra Fría y la de Vietnam como el Major John Plaster o el miembro de las fuerzas especiales soviéticas Sonny Puzikas. De esta forma se aseguran cierto rigor sin renunciar nunca a la espectacularidad, como pudo verse en el último tráiler, ni a la variedad, que según Lamia es la palabra clave en torno a la que gira toda la experiencia de Black Ops. Por lo que hemos podido ver por ahora parece que se han acogido a este “mandamiento” de forma tajante: una de las misiones tendrá lugar en la cordillera rusa, concretamente en los montes Urales, donde tendremos que descender para llegar a una localización oculta en el gigantesco escenario natural. Otra de las misiones tendrá lugar en el río Huong (Vietnam) y lejos de ofrecer una tradicional fase sobre alguna plataforma, lo que tendremos que hacer será bucear e ir acabando con nuestros enemigos, uno a uno, utilizando únicamente el cuchillo.
Explosiones, espectacularidad y emoción. Lo primero vendrá de la mano de las novedades a nivel jugable del título, aún desconocidas en su mayoría pero anticipadas en parte, como por ejemplo, la noticia de que controlaremos un helicóptero en al menos una misión de la campaña. El número de armas se amplicará y tendremos otras nuevas nunca vistas en la franquicia, siendo la más sorprendente de todas una ballesta pesada que podrá utilizar varias cargas diferentes, entre ellas explosivos. También habrá las determinadas balas Dragon's Breath par escopetas o una variedad preliminar del fusil de asalto Steyr AUG, que será personalizable de una forma aún por anunciar. También se heredarán características de la anterior entrega de la franquicia diseñada por Treyarch, como los desmembramientos de los enemigos o el uso de vehiculos, aunque Lamia ha recalcado que se presentarán “de una forma diferente”, sin dar más detalles al respecto.
Mejor en compañía
Más allá de las características principales de la saga Call of Duty, la que sin duda ha hecho despuntar a la franquicia sobre otras series de shooters ha sido su multijugador, sabiendo fusionar las características de los grandes del género con las novedades y la espectacularidad que confiere la nueva generación de plataformas. Modern Warfare abrió la veda y desde entonces no ha habido quien se atreviese a toserle; muchos lo han intentado, pocos lo han conseguido. Black Ops aspira a ser uno de los que le arrebate el trono y por ahora está por ver si lo conseguirá, aunque hará méritos para lograrlo. Una de las cosas que se sabe es que incluirá una nueva característica denominada “Create-a-Class 2.0” que permitirá modificar a un personaje, todo esto, por supuesto, sin descuidar el clásico sistema de clases y experiencia de las entregas anteriores.
Por ahora no se puede decir mucho más al respecto, aunque sí podemos adelantar dos detalles de sumo interés. Lo primero, que Black Ops ofrecerá un modo cooperativo independiente de la campaña y que, por supuesto, se espera que pueda ser disfrutado -además de en la misma consola- a través de la red. Lo segundo, que lo que cabreó a gran parte de los ususarios de PC de Modern Warfare 2, no volverá a pasar con Black Ops: el juego contará con servidores dedicados en compatibles, así que se garantiza de alguna forma que no habrá ningún tipo de problema para encontrar partidas y disfrutarlas a la altura de lo esperado por un titulo de estas características. Y como extra: Raven Software ha confirmado que desarrollará packs de mapas multijugador para el título.
Si a esta información le sumamos que visualmente será espectacular y que hará gala de unos efectos de luces cuidadísimos (se ha mencionado una fase ambientada en un túnel subterráneo vietnamita, en la que el soldado utiliza una linterna en una mano y el arma en la otra) y unos modelados muy superiores a los de World at War gracias a una tecnología de captura de movimiento similar a la utilizada por James Cameron en la película Avatar, podemos esperar una experiencia espectacular por parte de la gente de Treyarch. Así, recapitulando: una campaña que nos llevará a numerosas zonas del globo, misiones variadas incluyendo pequeños segmentos de sigilo, nuevas armas y la posibilidad de pilotar un helicóptero, modo cooperativo independiente de la historia principal y un multijugador que parece que recogerá lo mejor de los capítulos anteriores para llevarlo a un nuevo nivel. Volvemos a lo mismo: Treyarch lo tiene complicado para superar Modern Warfare 2. Pero visto lo visto, están haciendo lo imposible por conseguirlo. Si lo lograrán o no, no lo sabremos hasta que el juego llegue a las tiendas el próximo otoño para PC, Xbox 360, PlayStation 3 y Wii.