Clase.
Si algo tienen los videojuegos de 2K Czech es un estilo abrumador, y su
nuevo título no podía ser una excepción. Con un telón de fondo
inmejorable y varios años de desarrollo a sus espaldas, Mafia II se
consolida en PlayStation 3 como una notable y cargada de estilo oda a la
edad dorada del crimen organizado.Empire
Bay, década de los años 40. Un hombre vuelve a casa tras la guerra y en
lugar de ganarse la vida con decencia opta por el camino fácil. Con
esta sencilla premisa se desarrolla
Mafia II, la clásica fábula sobre el crimen organizado que tanto gusta a sus creadores, los antiguos Illusion Softworks.
La espera ha sido larga, prácticamente 8 años, pero la segunda parte de Mafia ya está entre nosotros. La ciudad de
Empire Bay sirve como telón de fondo a una extraordinaria aventura criminal que
vuelve a recuperar temas que en 2K Czech saben tratar con maestría:
entre ellos la familia, la amistad, el crimen y el castigo.
Tras
un desarrollo larguísimo y una esperada inusitadamente prolongada, los
fans del crimen organizado ya tienen otro gran videojuego que llevarse a
la boca: Mafia II.
El Que Quiere Demasiado se Arriesga a Perderlo TodoComo tantas otras fantásticas historias, Mafia II da comienzo con una vuelta a casa, la de
Vito Scaletta que regresa de permiso tras su participación en la Segunda Guerra
Mundial y después de ser herido de levedad. Con una amplitud de foco
encomiable comenzamos la aventura, de hecho, batallando en el frente de
Italia con el bando de los aliados y en la piel del propio Vito.
Ayudaremos
aquí a tomar una villa ocupada por El Eje y convenientemente
fortificada. Será nuestro primer contacto jugable con el título y sus
dinámicas de acción, y se cerrará no con una victoria aplastante sobre
los fascistas, sino con su rendición tras ser convencidos de dejar las
armas por uno de los capos locales armado únicamente con un megáfono. A
efectos narrativos el prólogo no sirve de gran cosa, pero en el plano
metafórico ofrece un mensaje muy claro: Con el respeto se pueden obtener
mayores resultados que con las propias armas, aunque ese respeto se
haya obtenido con el miedo.
Al regresar a Estados Unidos al primero que nos encontraremos es a nuestro viejo amigo
Joe,
que nos esperará en la estación de tren para llevarnos hasta casa y
contarnos qué ha cambiado desde nuestra salida del país. Nuestro permiso
se convierte en estancia indefinida con sólo una llamada suya para
ejercer sus influencias, y rápidamente nos damos cuenta de que las cosas
le van realmente bien en todos los sentidos. Nuestra madre nos
advertirá de la pésima influencia que Joe será para nosotros, y ante las
presiones familiares no tardaremos en abandonar el nido y marcharnos a
vivir con nuestro amigo a su piso.
Al
igual que en la primera parte, el grueso de la historia de Mafia II se
nos cuenta con cinemáticas. Serán CGIs realizadas con mucha clase donde
conoceremos a los personajes.
Los comienzos, lógicamente, no serán fáciles. Antes de comenzar a demostrar nuestra valía en el mundo del
crimen organizado deberemos realizar trabajos desagradables como de carga y descarga;
pero no pasará mucho tiempo antes de que obtengamos la confianza de los
primeros sindicatos y empecemos a movernos como pez en el agua en las
primeras palizas y extorsiones a estibadores. Como cualquier gángster
iremos progresando poco a poco, y con el paso del tiempo las
misiones se harán más audaces y complejas con asesinatos de líderes de bandas
rivales o robos en almacenes convertidos en el pan nuestro de cada día.
El videojuego se divide en
capítulos,
14 concretamente, y cada uno de ellos comprende una de estas misiones.
Con ellas iremos conociendo más a Joe y también a otros personajes que
éste nos irá presentando como Henry, Luca, Leo o Mike Bruski. Los tres
primeros serán nuestros principales acompañantes en la historia, y sobre
ellos pivotará todo el argumento del videojuego, son nuestra "
familia".
La familia de verdad también toma partido en el título, con especial
atención a la madre y la hermana de nuestro protagonista. Quizá no
aparecen todo lo que nos hubiera gustado para desarrollar las
complicadas relaciones con su hijo criminal, pero aún así la deuda de
éstas con un peligroso prestamista protagonizará el destino de nuestro
dinero en el primer tercio del juego.
La
ropa tendrá mucha importancia en Mafia II, no sólo el cambiarnos para
personalizar la estética del personaje, sino también para infiltrarnos
en determinadas instalaciones.
Las alrededor de
12 horas que nos costará superar la campaña están narradas con el brillante
ritmo y pasmoso buen gusto a los que 2K Czech nos acostumbraron ya en su
momento con la primera entrega. Quizá a Mafia II le falte un pequeño
empujón para estar a la altura del original, pero a pesar de ello nos
regala interesantes misiones, muy buenos diálogos y un buen compendio de
personajes principales y secundarios.
Crimen y CastigoComo decimos Mafia II se mueve en el estándar habitual de duración
de los videojuegos de acción sin multijugador, por encima de las 10
horas, aunque no entre el de los sandbox, género en el que se le podría
incluir si exceptuamos muchos matices que parecen desaconsejarlo. El
principal de ellos es la
fuerza de su historia no por su calidad,
que es incuestionable también en otros títulos marcados por la
libertad, sino principalmente por su firmeza a la hora de agarrarnos por
las solapas y centrar en torno a ella la práctica totalidad de la
experiencia jugable. No hay mucho que hacer en Empire Bay aparte de las
misiones que componen su Modo Historia: Sí podemos robar coches para
Brusky, propietario de un desguace, o para Derek el sindicalista que
opera en los muelles, y también podemos ir de compras en tiendas o
robarlas; pero ahí se acaba el abanico de cosas que hacer en el
videojuego.
Y es que el juego de 2K Czech de sandbox tiene
únicamente un concepto de libertad algo limitado, puesto que más bien
podría ser considerado un shooter de acción en tercera persona con
vehículos y libre albedrío. Ahí es donde el título se hace robusto, y
donde muestra sus principales virtudes apoyándose en una historia que,
como ya hemos dicho, raya a gran altura.
Los
controles del mando de
PlayStation 3 son algo mejorables para ser honestos, aunque con el paso de los
minutos se harán más o menos ágiles para el usuario. El problema
principal que tienen es que no son nada sutiles en los tiroteos. Si, por
ejemplo, estamos tras una cobertura no sabremos ni por aproximación
dónde estamos apuntando hasta no sacar el cuerpo entero al descubierto, y
ahí la movilidad con el stick no acaba de ser tan precisa como nos
gustaría lo que acaba generando que recibiremos más impactos de los
debidos.
Tommy
Guns, rifles, pistolas, revólveres... El arsenal de Mafia II puede no
ser particularmente variado, pero refleja de forma fidedigna las armas
de la época.
Y es que sí, en efecto, Mafia II usa
coberturas en su planteamiento jugable, aunque éstas resultan algo toscas. Son
imprescindibles para superar las diferentes situaciones de acción, pero
el movimiento tras un parapeto por parte de nuestro protagonista es
excesivamente lento, el acceso para pegarnos o separarnos a ellas no
siempre es tan rápido como nos gustaría, a veces recibimos balas de
ángulos imposibles y, por último, la ausencia de una posibilidad de
disparo a ciegas sin asomar partes de nuestro cuerpo le resta mucho
componente táctico al videojuego.
La
conducción,
el otro punto fuerte, es tremendamente similar a la del Mafia original.
Los vehículos tratan de ser fieles a la movilidad que se le presumiría a
un coche de la época, aunque todo ello sin renunciar a un estilo de
manejo tremendamente arcade que facilite al jugador la posibilidad de
protagonizar persecuciones espectaculares. La mitad del juego se
desarrolla sobre la nieve de una ciudad abrazada por el invierno y la
otra en una época más primaveral, aunque no parecen notarse
especialmente sobre uno y otro pavimento.
Menos peso tienen los
combates cuerpo a cuerpo,
aunque también están ahí. Aparecen muy esporádicamente, a no ser que
los provoquemos nosotros mismos, y se resuelven con sencillez empleando
el círculo y el triángulo del mando para knockear suave o fuertemente, y
la X para cubrirnos de los golpes del rival.
Todos
los tiroteos deben resolverse desde detrás de las coberturas. Asomar el
cuerpo en el momento exacto para disparar será la mecánica más
importante a dominar.
Así
pues la campaña se compone prácticamente en su totalidad de estos tres
puntos que, sin embargo, están bien resueltos. La vida útil del juego no
es particularmente alta si exceptuamos la posibilidad de volver a
disfrutar del lanzamiento en un nuevo
nivel de dificultad, sólo
hay tres disponibles y son accesibles desde el principio, o la de
ejercer de coleccionista. Empire Bay está salpicada de diferentes
elementos desbloqueables como Diseños (Estampas, Carteles y Pin-Ups), así como coleccionables
(las sexys chicas Playboy de la época y los carteles de Se Busca).
Haz Esto por mí, No lo Olvidaré -Gráficos y Tecnología-Gráficamente Mafia II es un buen videojuego, con algunos altibajos
que empañan ligeramente la versión de PlayStation 3, la que nos ocupa y
la única que hasta el momento del análisis nos ha facilitado 2K para
realizar la review. Según vayamos haciéndonos con las de Xbox 360 y PC
iremos publicando el resto de artículos.
Por lo
que respecta a la consola de Sony el juego se mueve con fluidez en su
hardware, aunque lógicamente palidece en comparación con la de
compatibles. La
dirección artística es muy poderosa y recrea con
extraordinario buen gusto y clase la época: los ropajes, el estilo
arquitectónico, los vehículos...
Algunos
elementos del escenario se rompen bajo las balas, lo que hará que a
veces no tengamos garantizada una cobertura 100% segura.
El
modelado de los personajes es interesante, aunque se echa en falta algo
más de carga poligonal en los secundarios, especialmente por lo que
respecta al protagonista que lógicamente es el que está mejor
renderizado. Algunas de sus animaciones pueden parecer algo robóticas,
como su caminar desde determinados ángulos o su forma de posicionarse
tras algunas coberturas, pero en líneas generales su acabado es notable
en todos los sentidos.
Lo mismo se puede decir de los
vehículos.
Su engine de gestión de daños es muy interesante y refleja con eficacia
los choques, y además la texturización de sus materiales es francamente
notable. Sus movimientos tienen moderado realismo, y además podemos
consultar la variedad y veracidad de sus modelos dentro de la
Cochepedia, que cuenta con un nombre muy descriptivo en cuanto a lo que ofrece.
Los
interiores tienen un aspecto fantástico en Mafia II, con una iluminación muy
cuidada y con abundantes detalles. Especialmente buenos son los que
están separados de los
exteriores, mucho más discretos, por algún
tiempo de carga. Las calles de Empire Bay, por el contario, son algo
más ásperas en su acabado, especialmente lastradas por un tratamiento de
los dientes de sierra totalmente inexistente en esta versión y por unos
pronunciados problemas de popping que hacen que abundantes detalles del
escenario aparezcan de golpe a escasos metros de nuestro personaje.
Por lo que respecta a la tasa de imágenes por segundo,
ésta es bastante estable, aunque con alguna caída aislada y muy moderada
en algún momento muy concreto de la aventura. El juego,
lamentablemente, parece lograr esta fluidez con los ya mencionados
problemas tecnológicos y con unas físicas muy discretas y unos efectos
de vídeo algo irregulares como, por ejemplo, para el fuego.
En lo que se refiere al audio, y con ánimo de cerrar los apartados más puramente técnicos, cabe mencionar que la
banda sonora sigue el estilo de las cadenas radiofónicas para el vehípompis -tres- y
de un elegante score musical para las escenas más dramáticas. Por otra
parte los efectos de audio son fantásticos y el
doblaje a nuestro idioma incluye el de todas las voces traducidas con un buen nivel.
Los
combates cuerpo a cuerpo se desarrollan de forma prácticamente
independiente, como si de otro juego se tratara. La cámara se acerca y
la acción a nuestro alrededor parece detenerse.
Gangs of Empire Bay –ConclusionesMafia II encantará a los fans del original que sepan lo que buscan
en esta segunda parte, y decepcionará a aquellos que estén tratando de
dar con un sandbox al estilo de Grand Theft Auto o Saint's Row. Pero lo
que sí está claro es que le parecerá un notable juego de acción en
tercera persona a todos aquellos que decidan pasar algo de tiempo con
él, y que no presten mayor atención a algunas anomalías técnicas.
Lo
malo es que algunos de estos problemas tecnológicos se trasladan
directamente a la experiencia jugable destruyendo la inmersión. En una
misión, por ejemplo, debíamos acompañar a una mujer a su coche, y como
ésta no corría tanto como nuestro personaje se tele-transportó
directamente al vehípompis apareciendo en nuestras narices. Como este caso
hay algunos más que hemos visto en la campaña, y si bien son bugs
atribuibles al complicado testeo de un juego de sus dimensiones, justo
es reseñarlos.
Los
interiores están recreados con un pasmoso sentido del buen gusto. La
iluminación y la presencia de abundantes detalles es primordial para
crear una atmósfera rica.
Hay
algunos otros aspectos que entorpecen la experiencia ligeramente. Uno
de los más molestos es el hecho de tener que regresar hasta casa al
cierre de cada misión para echarnos a dormir y dar comienzo a la
siguiente. Nunca pasa nada de interés en los viajes de vuelta a no ser
que lo forcemos violando alguna ley para ser perseguidos por la policía,
y la necesidad de respetar las normas de tráfico para no ser arrestados
hace de estos trayectos un aburrimiento monumental.
La
policía,
por otra parte, vuelve a ser un punto más molesto que divertido, aunque
de una forma mucho más ligera que en la primera parte. Si en el Mafia
original eran mucho más estrictos con el cumplimiento de la ley, en esta
ocasión se han relajado algo más para hacer la experiencia más
llevadera. Eso sí seguiremos protagonizando momentos absurdos al volante
con la ley como protagonista como, por ejemplo, que el popping dibuje a
escasos metros de nosotros un vehípompis policial que detecte nuestro
exceso de velocidad sin darnos tiempo a reaccionar y nos multe, o que al
doblar una esquina rocemos ligeramente uno de sus coches patrulla con
idéntico resultado.
La
policía será una presencia constante en el videojuego, aunque con
resultados algo irregulares. En ocasiones su IA decepcionará algo, y en
otras será un formidable rival a batir.
Pero ahí se acaba lo negativo del juego, y es que las propias
misiones componen el grueso de la campaña individual, única oferta jugable, y es
donde el título fundamentalmente brilla. Son divertidas, relativamente
variadas y contienen algunos momentos épicos, tanto por las
elegantes CGIs que las acompañan como por ofrecer algunas secuencias de acción
brillantes. La historia de Vito es apasionante, y seguir los pasos de un
criminal y todo su ascenso a través del complejo entramado del crimen
organizado siempre es atractivo para el ojo del espectador.
Así pues
Mafia II es notable, pero algo irregular. Con algunos elementos conceptuales
mejorados y con un acabado superior en aspectos técnicos, visuales y de
mecánicas jugables estaríamos hablando de un videojuego memorable con un
contexto y un argumento para encuadrarse entre los grandes; pero así,
como está, ofrece un muy buen entretenimiento de acción con algunas
"crestas de la ola" francamente formidables.