Si nos atenemos al avance de la generación ahora que esta llega a su fin, comprobamos como el ascenso del género
First Person Shooter (FPS) ha sido de los más representativos. Con la franquicia
Call of Duty liderando ventas, Electronic Arts ha sido de las pocas editoras que ha podido plantar cara al gigante de Activision. Combinando entregas anuales de
Medal of Honor y
Battlefield, esta última ha podido llegar a acercarse (aunque de lejos) a las ventas logradas por CoD y mejorando incluso la percepción general tanto de crítica como de público, quedando en muchas ocasiones más satisfechos con la propuesta de DICE que las del resto.
Tras el fiasco que supuso el año pasado la obra del estudio Danger Close en solitario,
Medal of Honor: Warfighter no logró convencer a nadie, resultando un juego bastante mediocre. Por tanto, desde Electronic Arts decidieron ceder una vez más la batuta del FPS del año a DICE, en un año especial por la llegada de las consolas de nueva generación. No podían confiar semejante tarea a cualquiera y además la rotación llegaba de nuevo al estudio sueco. Este año tienen la competencia de Infinity Ward y su
Call of Duty: Ghosts, del que también os contamos nuestras
impresiones del multijugador.
Representando de nuevo la guerra moderna En tiempos complicados como los que corren actualmente, en los que todo hace indicar que una guerra de verdad va a estallar inminentemente, hay que ser muy cautelosos para representar una guerra de ficción. Al menos en el nivel que pudimos probar, presente también en la reciente GamesCom, se aleja del conflicto árabe y sus ubicaciones para meternos de lleno en una isla tropical en un mapa llamado Paracel Storm.
Ya lo hemos citado en alguno de nuestros anteriores avances: la importancia de la demo elegida es clave en las impresiones que uno se crea al probar un juego. En este caso, si por algo ha destacado
Battlefield 3 es por su particular multijugador en el que se combinaban grandes entornos, el uso de vehículos y por tanto potenciar el juego en equipo y la importancia de las clases. La elección de un mapa de una isla, de tamaño relativamente pequeño y sin usar vehículos es esconder las mejores bazas del multijugador de este título, pero sabemos de sobra que las tendrá, así que el 30 de octubre en PS3 y junto con el lanzamiento de la consola el 29 de Noviembre en PS4 podremos disfrutar de este estilo tan diferente y más cercano a un conflicto real que nos propone DICE.
Vimos destellos de calidad, sobre todo en el apartado gráfico del que os hablaremos más adelante. Atendiendo exclusivamente a la jugabilidad,
Battlefield 4 en combinación con el nuevo Dualshock 4 es una delicia que hará que por fin los usuarios de PlayStation disfruten jugando
shooters, pues los gatillos hacen más ergonómico el mando.
La increíble potencia del Frostbite 3.0 Si por algo sobresale
Battlefield 4 en su versión para PlayStation 4 es por su apartado técnico. Teníamos ya los antecedentes de calidad del motor Frostbite 2.0, desarrollado por el estudio sueco y utilizado en otros juegos de Electronic Arts (
Need for Speed: The Run, Need for Speed: Most Wanted, Army of Two: The Devil´s Cartel, el citado anteriormente
Medal of Honor Warfighter y unos cuantos más). De este nuevo motor gráfico dependerán nuevamente otros títulos como
Dragon Age: Inquisition o el futuro
Mass Effect de BioWare, por lo que demostrar un gran nivel visual y sonoro es clave, no solamente atendiendo al propio
Battlefield, sino al futuro general de las creaciones de Electronic Arts. Ya se sabe: la puesta en escena es fundamental.
Pese a que como hemos dicho, la elección del mapa nos dejó un poco frios, se observan ciertos detalles interesantes. Como siempre, (en esto DICE siempre ha mostrado un énfasis especial en sus trabajos) las armas tienen un nivel de detalle excelente, rondando la perfección. El sonido se ajusta perfectamente al real de cada modelo de arma y no parece enlatado y homogéneo como hasta ahora en la competencia.
Tras la polémica que suscitó el uso de un PC que movía
Battlefield 3 al máximo en el uso de los tráilers que se usaron para promocionar el título y el choque con la realidad al comprobar que al menos en consolas el resultado no era tan satisfactorio, en esta ocasión sí podemos decir que el resultado en PlayStation 4 puede ser igual de asombroso que en PC, quedando muy cerca uno del otro, aunque PC siempre tenga ventaja.
Battlefield 4 es una bestia técnicamente hablando, lo que nos augura un futuro prometedor para las creaciones de Electronic Arts que vayan a usar dicho motor. La vegetación, el nivel de detalle del terreno, de los personajes y demás, la destrucción de estructuras (aunque en el mapa mostrado no sobresalían estas construcciones), la climatología... todo. Por más que se observe el mapa todas las texturas tienen una definición excelente y recordemos que estamos hablando de multijugador, donde generalmente el nivel de detalle no puede ser tan alto, pues desde luego quedamos más que satisfechos con el excelente nivel que vimos.
Entrando a concluir estas impresiones podemos decir que
Battlefield 4 en PS4 va a ser el
shooter de referencia, el que más calidad a priori puede tener (veremos si las ventas acompañan) pero es innegable la calidad y el buen hacer de un estudio tan reputado como los suecos de DICE. La jugabilidad es excelente, uno de los puntos en los que el control de ediciones anteriores quedaba algo confuso y se ha corregido, lo que unido al nuevo mando hacen una delicia para el género. Además, y de esto pocas dudas había, el nivel de detalle gráfico y sonoro que es capaz de reproducir el motor
Frostbite 3 hacen que cada vez cueste más distinguir ficción y realidad. Esperaremos como agua de mayo el lanzamiento de PS4 y este BF4 para poder convertir nuestro salón en el mejor campo de batalla posible.