Sony Xperia Z1, análisis

Recuerdo del primer mensaje :

Sony Xperia Z1, análisis


Parece mentira, pero el Xperia Z ya se ha quedado viejo. Bueno, al menos esa es la sensación que más de uno tendrá cuando coja en sus manos el nuevo Xperia Z1. Sony aprovechó la IFA 2013 para mostrar al mundo su nuevo buque insignia, un smartphone, filtrado hasta la saciedad, que toma el relevo de su mencionado hermano pequeño, aprovechando grandes virtudes ya presentes en él al tiempo que mejora otras cualidades de su ficha técnica.

Esto, por supuesto, no le quita de haber prologando también algunos males de los que ya cojeaba en el pasado o incluso haber dado algún pasiiiito atrás en según qué aspectos (secundarios, pero que igualmente no esperábamos en este paso evolutivo). ¿Quieres saber de qué te estamos hablando? Pues lo tienes tan fácil como mirar tras el salto y comenzar a leer.


Repaso en vídeo



Diseño


Sony hizo un grandísimo trabajo al lanzar su gama Z. Compuesta (hasta la presentación del Z1) por dos smartphones y una tablet, todos los equipos disfrutan de un atractivo dibujo común donde imperan las líneas rectas y limpias, el cristal templado y un característico botón de encendido con acabado de aluminio; cualidades todas ellas que de nuevo vuelven a estar presentes en esta nueva generación del modelo Xperia Z. El Z1 luce otra vez un cuerpo bastante rectangular, con esquinas algo más redondeadas que su antecesor pero igualmente marcadas. Su armazón constituye una única pieza de aluminio, confiriendo al terminal una sensación de robustez y buen acabado que sin duda es notable desde el momento en que se agarra, además de hacerlo visualmente muy atractivo.


En esta ocasión Sony ha preferido no otorgar de poder reflectante a los laterales, que ahora se presentan en acabado mate, abrazando igualmente todos los puertos y botones físicos de este equipo. Ya que andamos en faena, te los describimos rápidamente (y de paso sacamos puntilla a alguno que otro): en la zona superior encontramos el puerto de 3,5 mm, ahora sin protección, como ya sucedía en el Xperia Z Ultra; el lateral izquierdo (visto de frente) aloja la ranura microSD, el puerto microUSB -ambos perfectamente sellados para no sufrir durante las inmersiones acuáticas- y los conectores para la utilización de un dock; mientras que la zona inferior da cobijo a un hueco para el agarre de una correa y al altavoz, ahora más alargado que en el Xperia Z, pero de nuevo mal colocado a nuestro juicio, ya que sigue siendo fácil que lo tapemos con el dedo (o la mano) cuando sujetamos el smartphone de forma apaisada.


El lateral derecho emplaza el botón dedicado de cámara -volveremos a él cuando hablemos de las habilidades fotográficas del terminal-, la solapa que protege la ranura para la SIM, y el botón de control de volumen, de tipo alargado -pero más corto que en el modelo Z- y muy estrecho, siendo en esta ocasión algo menos sobresaliente para sentir a tientas que estamos pulsando correctamente. También es en esta zona donde se erige el botón de encendido/bloqueo de aluminio, ahora más reducido que el presente en sus otros hermanos de gama -aunque no lo parezca, sí que tienen la misma altura. Esto no nos ha gustado especialmente, ya que ahora es más difícil de palpar con el dedo, al tiempo que no tienes la sensación de haber presionado del todo debido a su poco recorrido.

Como decíamos, el cristal también es de nuevo protagonista indiscutible de su anatomía, luciendo un panel reflectante en su espalda trasera que será otra vez todo un imán para nuestras huellas. Si puedes vivir con ello, debes saber que es ahí donde siempre contemplarás su imponente cámara (de 20 megapíxeles), rodeada de un aro plateado, que la hace destacar más aún, y acompañada del flash. Los logos Xperia y Sony también están presentes, además del indicativo de la presencia de NFC, en un tenue gris que hace que se quede en un segundo plano.


En líneas generales podemos decir que el agarre del teléfono es bueno, aunque menos manejable que el Xperia Z. La anchura ha aumentado muy poco, por lo que en ese sentido no debe de ser incómodo; por contra, dependiendo de las dimensiones de tu mano, la altura sí que podría ser un problema, ya que, como sabrás, este smartphone se ha estirado unos milímetros, suficientes para sentir que el punto central de apoyo se ha desplazado. De esta forma, cuando vas por ejemplo a bajar la barra de notificaciones de Android, es fácil que el teléfono se te deslice hacia abajo, debido a que un estiramiento excesivo del pulgar puede impedir que sigas apoyando su esquina inferior en el hueco de tu palma.


Especificaciones técnicas

Como siempre hacemos antes de pasar a un análisis en mayor profundidad, te dejamos a continuación un repaso a modo de tabla por todas las prestaciones técnicas de nuestro protagonista. Con ella podrás tener en mente las principales cualidades del Xperia Z1 y valorar a continuación nuestras impresiones con una mejor referencia.



Pantalla

El Xperia Z1 ha decidido plantarse en las 5 pulgadas -en realidad para gustos más ambiciosos ya tiene el Xperia Z Ultra- aunque apostando por ciertos cambios en su tecnología respecto al Xperia Z. Hablamos de la incorporación de TRILUMINOS -presente en los últimos televisores de Sony-, una tecnología propia de la casa que promete ofrece una gama de colores más amplia, con tonos más realistas, naturales y vivos. Lo cierto es que se nota una diferencia cualitativa respecto a su antecesor, disfrutando precisamente de imágenes brillantes y nítidas, característica esta última a la que también ayuda su nuevo motor de procesamiento de imagen X-Reality. Visualizarás por tanto imágenes de buen contraste, calidad de color y definición, siendo de nuevo una auténtica gozada el consumo de vídeos y juegos que saben sacar partido a esta prestación


Como habrás visto en la tabla, el panel cuenta con resolución Full HD (1.092 x 1.080), arrojando una densidad de 443 píxeles por pulgadas que también colabora en el dibujo de trazos bien definidos y una buena calidad de nitidez. Los ángulos de visión han mejorado un poco -con el Xperia Z nos quejamos de ellos-, una subida de peldaño que ya percibimos cuando tuvimos nuestra toma de contacto con el Z Ultra, aunque siguen siendo insuficientes, con una pérdida importante de intensidad y color cuando lo miramos de perfil -los blancos por ejemplo pasan a ser amarillos. Nos gusta que Sony no haya dudado en trasladar sus avances de pantalla a los nuevos modelos móviles, pero parece que al gigante de la imagen aún le quedan flecos pendientes en el aspecto comentado.


Sistema operativo e interfaz

Pocas novedades nos aporta el Xperia Z1 en lo que a software se refiere. El smartphone viene con la versión 4.2.2 de Android, caracterizado, cómo no, con la interfaz propia de la casa. Las aplicaciones desarrolladas por la firma japonesa se entremezclan con otras propias del robot verde, ofreciéndonos un entorno realmente familiar para todos aquellos que ya hayan jugado con un androide de Sony con anterioridad. Encontramos, eso sí, la incorporación de ciertos elementos nuevos que ya pudimos ver en el Z Ultra como la barra lateral a lo Hub de BlackBerry OS que se despliega cuando estamos visitando el menú de aplicaciones. En ella será posible realizar búsquedas, desinstalar programas, elegir el modo de organización de las apps o saltar directamente a la Play Store o a la Sony Store -imagen central.


En la pantalla de bloqueo hay también espacio para añadir más opciones, con la posibilidad de deslizar nuestro dedo hacia la derecha o izquierda y acceder así a diferentes enlaces directos (por defecto trae solo la cámara, a la derecha, y la opción de configuración con diferentes widgets a seleccionar, a la izquierda). Hubiera sido preferible que en lugar de movernos entre pantallas, los diferentes accesos directos se concentraran en un mismo escritorio (y así agilizar aún más su acceso inmediato), pero suponemos que así Sony consigue introducir un toque distintivo respecto a las pantallas de inicio de Samsung o LG.


Rendimiento y autonomía

Sieeeeempre lo decimos: De nada sirven unas buenas prestaciones y un SO resolutivo si a la hora de la verdad no se conjugan como deben. Por suerte, en el caso de este Xperia Z1 la sensación es muy positiva. El equipo responde de manera adecuada, ofreciendo transiciones fluidas y una buena respuesta cuando se arrancan aplicaciones, se abren fotos o paseamos entre archivos. Lo cierto es que Sony ya tiene experiencia tanto con Android como con su personalizada interfaz, de manera que hubiera sido raro que la impresión hubiera sido diferente a la obtenida -y a la que ya pudimos también disfrutar en el Xperia Z. A lo sumo señalaríamos respecto a éste una mejora a nivel de pantalla -si quieres apuntar este tanto en el rendimiento del equipo-, gracias a la mejor visualización que comentábamos antes.

Para acompañar estas impresiones, hemos sometido al Xperia Z1 a las tradicionales pruebas de rendimiento, comparándolas posteriormente tanto con su antecesor como con otros dos equipos androides actualmente en el mercado y ampliamente conocidos. No hace falta que te marquemos ninguna casilla en verde; el Xperia Z1 se lleva por delante las puntuaciones de sus contrincantes en todas las pruebas.


La batería es otro de los aspectos clave a la hora de hablar de un terminal, y con el Xperia Z1, no íbamos a hacer una excepción. Eso sí, el teléfono no se sale de la norma a la hora de medir su autonomía, consiguiendo la ya más que típica "jornada completa" como marca a la hora de referirnos a su aguante. Esta observación es fruto de un uso medio del aparato, en el que hemos tenido las notificaciones activadas de nuestras diferentes cuentas, hemos hecho uso de la red 3G y del WiFi, se ha navegado, manipulado imágenes y hechas algunas fotos. El popular modo STAMINA ayuda a mejorar un poco estos números, encontrándonos con la comodidad de poder irnos a dormir con el teléfono aún vivo, pero el sueño no dura mucho más y a la mañana siguiente tendrás que cargarlo igualmente. La gestión inteligente que hace esta función, de todas maneras, nos parece todo un acierto -como ya nos pareció cuando lo probamos por primera vez, vaya-, pudiendo ayudar a salvarte de más de un apuro cuando vayas corto de energía o sepas que vas a utilizar el teléfono de manera intensa y no tendrás un enchufe cerca.


Prestaciones especiales: Certificados de resistencia

Haciendo honor a su gama, el Xperia Z1 también cuenta con impresionantes cualidades de resistencia tanto al polvo como al agua. Respecto a esta última, incluso mejora lo visto en el Xperia Z y el Xperia Tablet Z, ofreciendo las marcas que ya introducía el Xperia Z Ultra en su presentación. De esta forma, el anterior certificado IP57 pasa ahora a ser un IP58, lo que le permite sumergirse ahora a una profundidad de hasta 1,5 metros durante un máximo de 30 minutos.

Seguro que recordarás el handicap que suponía tanto con el Xperia Z como con la Xperia Tablet Z intentar manejarnos por la pantalla cuando estaba mojada. Lamentablemente en el Z1 la historia se repite. La respuesta en estos casos sigue siendo deficitaria, un gran chasco ya que cuando probamos el Z Ultra creímos (ya dudamos de nosotros mismos) haber apreciado una mejoría en su comportamiento con el agua y esperábamos que la experiencia se replicara con nuestro protagonista de análisis. Fuera por una gran destreza a la hora de tocar el teléfono de 6 pulgadas o la pura casualidad, lo cierto es que aquí volvemos a toparnos con una respuesta torpe y un sistema que se vuelve loco cuando le caen gotas de agua encima. Lo sabemos: el Xperia Z es resistente al agua pero no es un teléfono para *usar* en el medio acuático; el problema es que muchos usuarios posiblemente desconozcan esta diferencia y se hagan una idea equivocada de dónde y cuándo podrá presumir de súper smartphone.

Hay que añadir, eso sí, el hecho de que ahora el teléfono dispone de un botón para fotos dedicado, lo que definitivamente facilitará bastante los disparos cuando nos demos un chapuzón -algo que antes era toda una tortura. Al menos en ese aspecto, las cosas se han facilitado un poco.


Cámara

Como era de esperar, Sony apuesta con fuerza en lo que a fotografía se refiere, y dota al Z1 de un sensor EXMOR RS de 20,7 megapíxeles de 1/2,3" con el que no perder ni el más mínimo detalle, un elemento que da bastante presencia al terminal, no sólo por sus números sino porque también estamos hablando del mismo sensor que monta la nueva QX10 de la marca. Junto a él le acompaña un sistema de lentes G con las que sacar el máximo rendimiento al captor, ya que se trata de un conjunto de gran calidad capaz de ofrecer una apertura f/2.0 y un angular de 27 milímetros. La pareja se completa con el procesador BIONZ, un cerebro también presente en la familia Cyber-shot y que vuelve a recordar la extrema atención que ha prestado el fabricante en incluir los mejores elementos a este Xperia Z1.


Con la idea de ofrecer más prestaciones, Sony ha incluido el llamado Clear Image Zoom. Según ellos se trata de un zoom óptico de 81 mm que permite obtener 3 aumentos respecto a la focal predeterminada, sin embargo, lejos de ofrecer un sistema de aumentos real mediante cristales, este mecanismo no es más que un recorte de 8 megapíxeles de la imagen original a 20 megapíxeles, una técnica que ya pudimos ver anteriormente en el 808 PureView y que también está presente en el Lumia 1020. Por otro lado, con la idea de suplir la carencia de estabilización integrada, Sony sigue apostando por su peculiar SteadyShot, una corrección por software que mejorará ligeramente nuestros tembleques.

A la hora de disparar con el teléfono nos sentimos cómodos, y eso básicamente es gracias a uno de los elementos que Sony no suele olvidar: el botón de disparo dedicado. De doble pulsación y con el relieve justo para notarlo y presionarlo, este simple elemento nos parece indispensable en un terminal de grandes prestaciones fotográficas. ¿De qué sirve tener un excelente sensor si no puedes disparar con el teléfono como una cámara de fotos? Los menús ofrecen bastantes opciones, pero echamos en falta más accesos directos en los que poder cambiar rápidamente algunos parámetros. Los ajustes se sitúan a la izquierda, mientras que el botón de disparo, el cambio de foto a vídeo y el selector de modo a la derecha.

En ese último apartado es donde vamos a encontrar las principales novedades a nivel de software, con varios modos creativos -incluyendo el tirón de una realidad aumentada bastante conseguida-, sin embargo, los verdaderos modos que determinan el potencial del teléfono son el Manual y el Automático superior. El primero de ellos permitirá tomar las riendas de la cámara, ajustar todo tipo de parámetros y lo que es más importante, disparar a 20,7 megapíxeles. Sí. O disparas en manual o no podrás optar a los 20,7 megapíxeles del sensor. Suena un tanto prohibitivo, pero tiene sentido si pensamos que la mejor forma de aprovechar el captor es configurándolo como es debido. Pese a ello, seguro que a muchos usuarios no les gustará esta limitación.


Este modo sacará un poco los colores de la cámara, ya que a ISO altas el ruido que se muestra en la imagen es más que apreciable, sin embargo, si optamos por no subir demasiado la sensibilidad para no estropear mucho el nivel de detalle de la fotografía tendremos que hacer uso de un tiempo de exposición mayor. Esto evidentemente nos obliga a mantener el teléfono inmóvil para no caer en la trepidación, ya que recordemos, no disponemos de un sistema de estabilización (balanceado) integrado. Esto nos lleva a un contexto bastante especial, o más bien específico: los 20,7 megapíxeles del Xperia Z1 requieren unas condiciones luminosas adecuadas, de lo contrario sacrificaremos la imagen a base de ruido.


¿Y cómo solucionamos esto? Ahí es donde entre en juego el modo Automático superior y el llamada submuestreo. Si hacemos un poco de memoria, el PureView 808 convertía sus tomas de 41 megapíxeles en capturas de 5 megapíxeles con gran nitidez y ausencia de ruido. Pues bien, este Z1 –salvando las distancias físicas y de software- hace exactamente lo mismo. Así conseguiremos mejores resultados en esas condiciones en las que los 20 megapíxeles "no llegaban a cumplir" adecuadamente. Con la gigantesca imagen ofrecida por el captor y el algoritmo adecuado se consigue una imagen final de 8 megapíxeles que ha visto reducido el ruido e incluso incrementado la ISO. Además, el modo automático nos ha configurado el balance de blancos y detectado la escena, así que poco más podemos pedir. Bueno sí, un estabilizador. El software no hace milagros, y la ausencia del estabilizador acaba pasando factura en las escenas de baja luminosidad. Es cierto que los resultados son buenos, pero el movimiento y la falta de detalle aparecen de inmediato en este tipo de condiciones.

En lo que al vídeo respecta, no notamos ningún tipo de despunte especial. Los resultados no distan demasiado a los que ya ofrecen otros modelos del mercado, con resolución Full HD y una tasa de 30 imágenes por segundo. Quizás la compresión se nota demasiado en los tonos más oscuros o grises, algo que también aparece en las fotografías, pero no es algo que devalue demasiado la calidad general de la grabación.



Conclusión

El Xperia Z supuso sin lugar a dudas una nueva apuesta dentro del diseño móvil para Sony. La gama Z es fácilmente reconocible allá por dónde va, gracias a unas líneas cuidadas, su acabado de alta calidad y el protagonismo del cristal templado. Con el Xperia Z1 ninguna de estas buenas cualidades se echan de menos: el teléfono vuelve a conquistarte a la vista, disfrutando de un cuerpo sólido y elegante. Es cierto que ha perdido algo de frescura y ligereza (no aportada nada nuevo en su aspecto y ahora es más pesado), pero sigue siendo un teléfono que llamará tu atención cuando te cruces con él. ¿Sus mayores pegas en este ámbito? Que sea más alto, lo que a veces, como explicábamos, puede hacer algo más complicado su manejo con una mano; y que el botón de encendido/bloqueo sea más pequeño (precisamente en un cuerpo ahora más robusto casaba mejor una tecla de mayores dimensiones).

A nivel de hardware no se le puede sacar muchas pegas. Monta lo último del mercado y se acompaña de una pantalla cuyo salto a la tecnología Triluminos es de agradecer. Por supuesto, su imponente panel de 5 pulgadas sigue cojeando de ángulos de visión no muy buenos, pero al menos han dado un pequeño paso respecto a su antecesor. En cuanto a su resistencia al agua, vuelve a ofrecernos un resultado a medias, de nuevo sorprendente por el hecho de ser capaz de aguantar inmersiones; pero igualmente otra vez decepcionante si pensamos en el hecho de que manejar la pantalla con gotas de agua es una tarea complicada.


En cuanto a su cámara, ¿estamos ante una revolución por parte de Sony? Sí y no. Podemos decir que el Z1 es la apuesta más agresiva que el todopoderoso Lumia 1020 se puede encontrar actualmente en el mercado. Es cierto que juega cartas parecidas, y que los resultados sorprenden, pero este Z1 comete errores que al final le pasan factura, tanto a nivel de software como de procesamiento de la imagen. A su favor tiene que se trata de un terminal de diseño exquisito (nada de jorobas como las de los Lumia 1020 y S 4 Zoom) y con capacidades acuáticas que monta un módulo fotográfico extremadamente completo con el que ofrecer la mejor cámara en un teléfono acuático.

El Xperia Z1 de Sony puede adquirirse por un precio libre de 689 euros, en tres colores a elegir: negro, blanco y morado. Podríamos criticar su coste, pero a estas alturas, ¿a qué fabricante no se le ha ido la cabeza con las tarifas de sus smartphones?



Fuente: engadget.com. Página aquí

[quote="lain97l"]700 napios!! vaya tela eso me reafirma con mi idea de una tablet[/quote
Y de una tablet buena.

mochon777 escribió:

lain97l escribió:

700 napios!! vaya tela eso me reafirma con mi idea de una tablet[/quote
Y de una tablet buena.

Por ese precio se puede pillar un buen teléfono y una buena tablet...

Si el iphone 5 y el mac jajajajaj

mochon777 escribió:

Si el iphone 5 y el mac jajajajaj

Por ejemplo. Un, dos, tres... responda otra vez...

pues se les ha ido la pinza o es por ser la novedad...

lain97l escribió:

pues se les ha ido la pinza o es por ser la novedad...

Igual un poco si... pero ahora todos los terminales son caros...

una cosa es caro y la otra son 1000 pavos casi, jajaja que locos