Aunque la semana pasada le dedicamos un análisis a Battlefield 4, lo cierto es que todas las miradas de los amantes de los ‘shooter’ estaban puestas en el día de hoy, en el 5 de noviembre en el que Call of Duty Ghosts saldría a la venta. Una nueva entrega de Infinity Ward y Activision que supone un pequeño ‘break’ en los mitos y leyendas que hemos vivido de la saga en las últimas ediciones.
Call of Duty Ghosts rompe con la línea argumental de los Modern Warfare y se centra en otros protagonistas aunque, de cierta manera, podríamos verlo como una especie de ‘spin-off’ de la rama principal en ¿homenaje? a aquel personaje llamado ‘Ghost’ Riley que, curiosamente, hay un personaje en este juego que sale hoy que hereda su nombre: el perro. El superagente canino, o K9 que dicen los americanos.
Como un terremoto
El juego empieza en su campaña como suelen hacerlo todos los Call of Duty últimamente, y como Steven Spielberg lo hacía tan bien en obras maestras como En Busca del Arca Perdida: “una película debe empezar con un terremoto y, a partir de ahí, ir subiendo cada vez más”.
El juego nos lleva a un día de campo de un padre y sus dos hijos (Elias, Hesh y Logan, respectivamente) cuando se produce una tremenda explosión. Un arma llamada Odin que los americanos tienen instalada en una estación espacial, ha sido disparada contra las principales ciudades de EE.UU. y las ha arrasado por completo. Y es que este ingenio es capaz de provocar enormes terremotos y transformar la tierra en un lugar lleno de agujeros kilométricos al más puro estilo de la película 2012.
Los responsables de ese ataque es una coalición de países sudamericanos llamada La Federación que, no contenta con la que ha organizado, se ha liado la manta a la cabeza y ha invadido territorio yanqui. Y con la iglesia hemos topado. Más concretamente, con los Ghosts, un cuerpo de élite que opera por donde le apetece y que son un mito, una leyenda entre las unidades de los ejércitos del mundo por su sigilo y por que allá donde actúan no dejan rastro.
Y nos os contamos más porque la historia, como suele ocrurrir en estos Call of Duty de la edad moderna (este concretamente casi del futuro), tiene sus giros, sus personajes y un pasado común que marca mucho de lo que viviremos en el juego. Así que no decimos nada no sea que nos acuséis de SPOILEREROS.
El show debe continuarDicen sus creadores que el modo Campaña no es la opción preferida de los que juegan con los Call of Duty, que su interés va más por el tema online multijugador y la poderosa diversión que proporciona el sistema de rankings y niveles. Pero lo cierto es que con cada nueva entrega, la ración de espectápompis ‘hollywoodesco’ se multiplica y, al menos a un servidor que es bastante malo cuando se pone pegar tiros contra otros jugadores online, es la razón principal por la que voy a la tienda a comprármelo.
Y en este caso, Infinity Ward (¿o Neversoft y Raven de Singularity?) ha vuelto a convertir el juego en una montaña rusa con idas y venidas y secuencias tan espectaculares que dejan en muy mal lo lugar lo que hasta ayer pensábamos que tenía de bueno el propio Battlefield 4.
De primeras viviremos los escarceos de unas tropas que luchan por mantener libre la ciudad fortificada de Los Ángeles de soldados de La Federación, en lo que son unidades típicas del ejército americano. Saldremos de patrulla y podremos entrar en contacto con nuestro perro, Riley, al que en algunos momentos podremos sincronizarnos y atacar con sigilo a los enemigos.
Este modo de proceder no nos durará mucho por que por azares de la vida, entraremos en contacto con os Ghosts y entonces todo cambiará. Hasta el punto de que viviremos algunas de sus aventuras previas que justifican todo lo que pasa después con la invasión del territorio americano.
Hay un malo, pero no os diremos por qué ni contra quién está. Pero en algunos momentos nos llega recordar, salvando las distancias, esos melodramáticos personajes de Hideo Kojima que aparecen en sus Metal Gear Solid y que no buscan el mal por el mal, sino por alguna razón que tocan el orgullo de lo que supone ser un soldado. Ejem. Ya sabéis, americanismos patrios.
Pero no creías que la historia se va por esos derroteros, sólo lo parece, ya que luego es un Call of Duty puro, con el ‘show’ puesto en su sitio y donde viviremos algunas cosas de esas que cuando empieza a producirse el caos nos repetimos una y otra vez “¡¡uf!!, cómo mola”. Así nos ocurrió en la fase de Caracas cuando tras reventar una presa la ciudad es anegada por completo y lo que antes eran unas plácidas calles ahora son ríos y ríos de impetuosas aguas que se llevan todo por delante.
Pero no es lo único: edificios que se caen enteros, iglesias que se despeñan por un acantilado… el grado de destrucción de los escenarios por los que vamos es uno de los más altos que hemos visto en la serie y sin decir nada, como sin querer darle importancia, Activision no lo ha bautizado con ningún nombre ni nada parecido (¿Levolution?): simplemente lo ha puesto en pantalla para que lo pasemos en grande. Y os podemos asegurar que consigue sacarnos una exclamación de asombro por momentos.
Armas y vehículos también estánSu uso no es muy voluntario y como sabéis, en los Call of Duty los utilizaremos como parte de la misión que nos tienen encomendada, pero aportan su granito de variedad al desarrollo. Hay que tener en cuenta que en este Ghosts podremos hacer casi de todo y siempre en el momento justo para ventilar el tedio que pudieran causarnos los enfrentamientos cuerpo a cuerpo contra los soldados de La Federación.
¡Ah!, y si eres de los asiduos a la serie, por supuesto que no faltarán los gadgets durante la batalla, desde el control de drones para limpiar una cabeza de playa (en Santa Mónica) hasta las piezas de artillería que se controlan a distancia y que dan una cobertura increíble en una de las misiones mejor pensadas del juego: la del estadio de San Antonio.
Pero la acción no acaba ahí. Como siempre ocurre se dosifican los tipos de juego, como si del guión de una película se tratara donde sus creadores miden el rato que pasamos disparando, hablando o pilotando un helicóptero. Ese ritmo, ese ir racionando cada tipo de diversión es parte del secreto que año a año Call of Duty nos regala con cada nuevo juego.
En total, disfrutaremos de unas 18 misiones, un número más que aceptable para una campaña que, según la dificultad que elijamos, nos llevará entre 8 y 10 horas. ¿No es mucho? Bueno, como antes dijimos, estos juegos cada vez están más orientados al multijugador y todo lo que pongan de más parece como si sobrara por que, y esto sí es cierto, lo que mantiene vivo un Call of Duty hasta la llegada del siguiente son los líos multijugador, los mapas, extras, las armas y los pases de temporada.
En este apartado de variantes, el juego incorpora los modos Extinción y Pelotón: con el primero podremos hacer frente a una invasión alienígena realmente destructiva siguiendo el sistema de juego típico de los Tower Defense: aguantar y aguantar las embestidas de decenas de aliens que van creciendo en dificultad y, para más INRI, sueltan una especie de ácido que nos deja bastante KO. Por otro lado está el modo Pelotón donde podremos crear un grupo de combate para enfrentarnos en varios modos contra enemigos que maneja la IA de Call of Duty Ghosts.
Tanto el uno como el otro nos permiten ganar PX que después podremos utilizar dentro de lo que es el multijugador de verdad.
MULTIJUGADOR DE VERDADSin duda estamos ante el auténtico cogollo de Call of Duty Ghosts, el multijugador que en las últimas ediciones ha sido decisivo para el despegue definitivo de la serie, que ha logrado éxitos de ventas absolutamente increíbles. Un año tras otro. Y en esta ocasión no va a ser distinto.
Uno de los grandes cambios de la serie llegó con la inclusión de servidores dedicados, sobre todo en consolas, lo que acabó con las calamitosas conexión peer-to-peer que no llevaban a ningún sitio. También, ayudó bastante el modo progresión de nuestro soldado y toda la cantidad de DLC con mapas, armas, etc., con los que Activision alimentó a la bestia con cada nueva entrega.
En Call of Duty Ghosts tendremos una buena ración y a los que antes comentamos (Extinicón y Pelotones) hay que sumarle 14 mapas que podremos jugar en distintos modos, como los duelo por equipos, a tope, Blitz, buscar y rescatar, infectado, baja confirmada, cazado, dominio, contra todos y táctica de equipos. Ni qué decir tiene que los más éxito están teniendo son los de dominio y el duelo por equipos… como casi siempre.
En las partidas multijugador también tendremos la oportunidad de poner en marcha eventos excepcionales que no llegarán a dar un vuelco a la partida pero sí que serán elementos espectaculares. Y es que tal y como ocurre en el juego, podremos activar algunas armas devastadoras como el propio Odin, reventando cuanto se encuentre a su paso sobre las tropas enemigas.
Un gran regreso… otro año más
Activision en los últimos años, como otras muchas distribuidoras y productoras, ha mimado sus franquicias principales trabajándoselas muchísimo más con un único objetivo: evitar que caigan en la desidia y vayan perdiendo importancia. La táctica futbolera (deportiva en general) de un año un juego le está funcionando y no parece que la cosa vaya a decaer. Es por eso que sus Call of Duty van tomando con cada nueva entrega más cuerpo y, a la vez, se entiende ese pequeño cambio en personajes y trama que han llevado a cabo en este Ghosts.
Infinity Ward, tal vez por eso, haya querido revitalizar por la vía de la reinvención de su imaginario, ampliando horizontes argumentales pero metiéndolo todo en un envoltorio que ya conocemos, que mezcla espectápompis con acción increíble y una historia que sin llegar a ser la ‘repanocha’, sí que nos mantiene bien metidos en lo que ocurre en la pantalla y no lo dejamos hasta que consehuimos averigüar cómo acaba todo.
Otra cosa es lo que queramos que pase en el multijugador, auténtico alimento de los más fieles de la saga que os promete (y cumple) otros 11 meses de alimentación a base de plomo y otros ingenios en lo que es la serie de ‘shooters’ de mayor éxito de la historia. ¡Quien se lo iba a decir cuando los que fundaron Infinity Ward y esta franquicia llegaron rebotados desde aquel mítico Medal of Honor Allied Assault para PC! ¿Recordáis?
Call of Duty Ghosts es un juego ue te devuelve los 70€ que cuesta por su profundidad, por la cantidad de cosas que podremos hacer con él en lo que queda de 2013 y lo que tocará de 2014, con un pase de temporada (que vale su pasta) que ya vaticina nuevos mapas y contenidos adicionales y que, eso sí, su campaña vuelve a quedar en un segundo plano aunque para algunos jugadores (entre los que me incluyo) sea el palo fundamental que hay que seguir cuidando.
Un gran juego, otro más, que apuntar a los Call of Duty. Una lástima que entre esos DLC que suelen anunciar no tengan tiempo de hacer una mini campaña extra para seguir profundizando en la historia de estos ‘fantasmas’ que, a buen seguro, tendrán otras continuaciones igual de brillantes.
VALORACIÓN FINAL: 9.1Gráficos: 9Sonidos: 8.8Jugabilidad: 9.4Entretenimiento: 9.3FUENTE:
http://www.gamerzona.com/analisis/call-duty-ghosts/